No es mi intención morder, pero lo hago cada que me dices que me amas. No sé porqué muerdo.
Cuando una mano se acerca a acariciar mi piel, gruño, muestro los dientes, me preparo para atacar. Siempre con los colmillos visibles para morder.
Mi cuerpo se tensa cuando la ternura me visita. Fui criada por lobos. Estoy acostumbrada a la violencia del silencio, la ley del hielo, la falta de tacto. Estoy acostumbrada a acurrucarme a lamer mis heridas preparada para clavar mis dientes en quien quiera acercarse.
Es imposible acercarse a mí.
Es imposible acercarse.
Es imposible.
Me digo que es imposible porque soy violenta. Muerdo. Lastimo. Daño. Eso me convierte en alguien terrible y nadie ama a alguien que muerde porque tiembla cada que escucha pasos acercarse.
Muerdo porque no sé besar.
Muerdo porque no sé lamer.
Muerdo porque no sé confiar.
No puedo descansar mi cabeza en tu regazo sin pensar que podrías morderme primero. Es ese el problema, he aprendido a morder por miedo a que me muerdan antes. Entonces, huyo. Me refugio en las sombras. Me endurezco. Veo a otros recibir caricias y sonrisas.
Por un instante, me pregunto:
¿Cómo se sentirá ser parte de algo?
¿Cómo se sentirá ser parte de alguien?
¿Cómo se sentirá ser alguien?
No esta cosa que mira siempre con recelo, que esta acostumbrada a las migajas y a hurgar entre la basura para encontrar una prueba de que la humanidad existe.
No sé porqué muerdo la mano que me alimenta, quizás porque nunca nadie lo ha hecho realmente. Solo se han acercado para lanzarme agua, ahuyentarme de sus casas, envenenarme porque doy miedo. Un perro negro con dientes afilados, heridas en su cuerpo y una cola alerta ante el peligro.



Muerdo y no sé porqué lo hago.
Toda esta rabia en algún otro momento fue algo más. Amor. Culpa. Perdón. El tiempo me convirtió en esto.
No soy esta cosa violenta, solo soy un animal herido que tiene miedo a que lo lastimen. Entonces, muestra sus dientes así como una vez se los mostraron a él.
Muerdo en defensa propia. Muerdo porque un día no lo hice, pero la verdad es que estoy cansada de alejar a todos de mí. Me he quedado sola y ahora no sé cómo dejar que me quieran.
Ya no quiero morder. Solo quiero que alguien se arriesgue a acariciarme aún con miedo a ser mordido.
Acerca tu mano, por favor.
No soy una amenaza solo tengo miedo, pero si te acercas lo suficiente prometo lanzarme al suelo, guardarme los colmillos y agachar la cabeza para que me toques. Prometo no morderte.
Por favor, arriésgate a quererme.
Gracias por leerme cada domingo. Gracias por ser parte de este rincón del internet.
Con amor, Blanca.
Noviembre en el club de escritura de Patreon es para soltar a través de nuestra escritura.
Semana 1: Taller de escritura en vivo - Escribir para soltar. (Domingo 10 nov - 10 AM a 12 PM GMT-6)
Semana 2: Cápsula creativa. ¿Cómo escribir desde el duelo?. Herramientas, ejemplos literarios y ejercicios.
Semana 3: Reto de escritura de 7 días de escritura para despedirse.
Semana 4: ¿Qué lograste este mes?
Me encanta esa promesa de no morder <3
Debería estar entendiendo mi clase de la u Pero me vine aquí a leer esto⛄